ARRELUCEA BARRANTES, MARIBEL
Durante los últimos setenta años del periodo colonial, la Corona española tuvo que enfrentar múltiples tensiones. En el Perú, esas dificultades incluían la flexibilización de las relaciones esclavistas y el temor de su disolución. Como resultado, se aplicaron algunas medidas favorables a la inclusión de los afrodescendientes, pues este grupo social configuraba el intrincado tramado social de la sociedad limeña. Asimismo, se establecieron otras medidas para controlar las prácticas sociales populares, la movilidad geográfica y la portación de armas. Ello fue motivado por el temor hacia los africanos y afrodescendientes que aprendieron a usar las instituciones, leyes y prácticas culturales.
Lejos de la historiografía tradicional interesada en la resistencia violenta como el cimarronaje, los palenques y las rebeliones, Maribel Arrelucea aborda este escenario desde las prácticas cotidianas de los africanos y afrodescendientes esclavizados y libres, quienes encontraron formas de defender su humanidad, negociando su honor dentro de los marcos de la esclavitud y la sociedad en Lima a mediados del siglo XVIII e inicios del siglo XIX. Así, lo cotidiano no se aprecia como un conjunto de anécdotas, sino, más bien, como el eje central que atravesó las experiencias esclavistas, relativizando el sistema a largo plazo. Al situar las experiencias cotidianas de los africanos y afrodescendientes en su contexto social, político, cultural y económico, la autora observa a los individuos en sus relaciones de clase, sus ideas, sus acciones y el impacto que generaron sobre las estructuras sociales. Por ello, se trata también de una historia social de los sectores populares de Lima (a los que los africanos y afrodescendientes pertenecieron), donde las diferencias legales propias de la esclavitud no impidieron las complejas relaciones sociales cotidianas.