"En Que te coma el tigre no existen elementos que den cuenta de la diferencia o particularidad, si alguna es posible, que comporta el hecho de que Higa es un nisei hijo de inmigrantes okinawenses. El narrador que utiliza para contar estas historias parece perderse en el anonimato de una voz criolla. Sin embargo, está presente ahí ya el extrañamiento que persiste en sus últimas entregas, ese disloque que encontrará su máxima expresión en el afianzamiento de su identidad nisei no como estandarte, sino como cosa irresuelta, una pregunta obsesiva que intenta mostrar el trauma original que moviliza la compulsión de contar."--Page [4] of cover.