JULIO CALVO PÉREZ
Dos méritos resaltan esta obra: uno, la capacidad intelectual de sintetizar un corpus extenso en uno breve, sin sacrificar los ejes descriptivos y explicativos esenciales, y el segundo, de haber coronado un proyecto de construir un metalenguaje para que la lengua quechua sea descrita y explicada en sus ejes sincrónicos y diacrónicos. Tales logros remiten al autor, lingüista español, que tributa al Perú su identificación con la cultura y lenguas nativas para que los peruanos y el mundo tengan la evidencia que el quechua es una lengua viva con toda la capacidad de responder a los requerimientos de comunicación de los tiempos actuales, tanto a nivel coloquial como académico, vistiéndose de la dignidad que la rescata de la discriminación y del prejuicio.
