MAZZUCATO, MARIANA
El desafío al que se enfrentan los gobiernos de todo el mundo es enorme: la necesidad de aplicar medidas de apoyo a los ciudadanos y de ayuda a las empresas con dificultades, el refuerzo de los servicios sanitarios, un nivel de colaboración entre naciones sin precedentes, desde la carrera por las vacunas hasta la gestión de las pruebas de detección y el rastreo de los contagios. Por desgracia, durante el último medio siglo, el mensaje político predominante en muchos países ha sido que los gobiernos no pueden y, por tanto, no deben gobernar. Desde hace tiempo, políticos, dirigentes empresariales y expertos se dejan guiar por una ideología que se centra en medidas estáticas de eficiencia para justificar los recortes de gastos, las privatizaciones y la subcontratación.