JOSÉ MANUEL GARCÍA BAUTISTA
Escribir de zombis y muertos vivientes no es hacerlo de seres rabiosos con instinto caníbal que se alimenta de humanos y tienen predilección por el cerebro y otras partes blandas, es mucho más que el folclore habitual al que nos han habituado y que ha ganado tantos seguidores en el mundo. El mito del «muerto viviente» se hunde en las raíces de muchas culturas, el Togo, égu, significa eso mismo «los que no vuelven» que se suele identificar con el muerto viviente y que es, sin duda, uno de los aspectos que más miedo da de todo lo que son las prácticas ritualistas africanas. El zombi existe, pero no es el de las películas de George Romero o «The Walking Dead» . La religión Vudú te castiga convirtiéndote en Zombi, es el mayor castigo, al que todos temen, ser un muerto viviente, sin voluntad. Desde nuestro cómodo sillón podemos pensar que se trata de leyendas, pero no olvidemos que las leyendas se basan en realidades, y ya sabemos que la realidad, siempre, supera a la ficción.