HUGO COYA
«Elvira parecía predestinada a actuar en ese terrible capítulo de la eterna lucha del bien contra el mal. En ese momento en el que los nazis buscaban destruir el orden del mundo, ella sería una pieza clave para aquellos que luchaban por la libertad y la vida». Elvira de la Fuente Martínez tenía algo distinto a los demás. Quien conociera a esta peruana no podría olvidarla aunque quisiera: rica, elegante, carismática, inteligente y bisexual, con apenas treinta años se convirtió en una reconocida doble agente a las órdenes del gobierno británico durante la Segunda Guerra Mundial y valiéndose de sus cualidades engañó a los nazis y cambió, de esta manera, el rumbo de la historia para siempre.