HÉCTOR LOZANO
Considerado uno de los mejores libros de cuentos de la década del 2000 por una encuesta realizada por la revista Buensalvaje, El inventario de las naves sobresale por la peculiaridad del mundo que nos invita a penetrar.
Cada uno de los personajes de estos siete relatos posee un destino singular: un grupo de muchachos consumidores de una droga azul evasiva pero dadora de visiones milenaristas; una chica que ve en los espejos a un hombre que la persigue; un asesino serial aficionado a usar citas de la Ilíada para desconcertar a sus captores; un trío de niños genios que, sobreponiéndose a una enfermedad terminal, se proponen salvar el mundo; un anciano inmerso en el reino de la locura que emprende en una última, desesperada aceptación del sexo; un sobreviviente que encuentra entre escombros y basura a la chica que amó, convertida en una pitonisa; un francotirador cuya caminata incansable lo arrastrará a aniquilarlo todo, incluso a sus propios fantasmas. Y, junto a ellos, aparece una presencia latente y devastadora: un huracán que es una amenaza y también un símbolo de la propia corrosión espiritual de todos esos personajes.