YIDDÁ ESLAVA
Maro tiene un juguete que no usa hace mucho tiempo. Cuando por fin se acuerda de él, no lo encuentra por ningún lado, ni en la sala, ni en la cocina ni en el cuarto de mamá. ¿Qué habrá pasado? ¿Será cierto que al sentirse abandonados, los juguetes se esconden y desaparecen? Acompaña a Maro en esta aventura a descubrir que los juguetes son una herencia de amor, y cuando los entregas, no solo regalas alegría, sino que también la recibes en el corazón.