HANNAH ARENDT
El secreto ?que diplomáticamente se denomina ?discreción?, así como los arcana imperii, los misterios del gobierno? y el engaño, la deliberada falsedad y la mentira lisa y llana utilizados como medios legítimos para obtener fines políticos, nos han acompañado desde el comienzo de la Historia conocida. La sinceridad nunca ha figurado entre las virtudes políticas y las mentiras siempre han sido consideradas en los ámbitos políticos como medios justificables. Cualquiera que reflexione sobre estas cuestiones no puede sino sorprenderse al advertir cuán poca atención se le ha concedido en nuestra tradición de pensamiento filosófico y político a su significado.