RICKETTS REY DE CASTRO, PATRICIO
"Arequipa es una gimnasÃa de la voluntad. Un inveterado hábito de apostar por el sÃ. La gente de armas que descabalgó en esa tierra para levantar la ciudad, no supo de hesitaciones ni se perdió en teorÃas. En la soledad de su bravÃo desierto de abismos y montañas, se empeñó en ser y en gravitar. Haciendo de la necesidad virtud, perfiló un estilo de vida parco y recio, con un dejo de hispánico estoicismo en su aurea mediocritas horaciana. El mote de "ciudad caudillo" vino mucho después. Lo que desde el primer dÃa comprendió a las claras esa comunidad de soldados, homogéneaa fuer de aislada, es que sobrevivir significa dar no poco de sÃ; y de esta suerte vino a alcanzar, en su larga porfia, una cierta singularidad, advertida por cuantos observaron. Con el correr de los tiempos, esa actitud cuajó en una constante. Ella es visible todavÃa. Y previsible en lo venidero."