DAVID LLADA FERNANDEZ
El ajedrez es considerado con justicia como el rey de los juegos. También es una herramienta educativa formidable: durante mucho tiempo su práctica se consideró simplemente una exhibición de inteligencia, pero ahora se valora más como un medio para desarrollarla. Permite entrenar desde la infancia muchas habilidades positivas, como la lógica, el pensamiento estratégico, o la toma de decisiones.
Este no es un libro para aprender a jugar al ajedrez.Se trata de una guía de apoyo dirigida a padres, monitores o personal docente que son aficionados o, como mínimo, ya saben jugar con soltura, y que desean transmitir este conocimiento a sus hijos o alumnos.Porque enseñar ajedrez a un niño supone hacerle un regalo para toda la vida. Y en el proceso se establecerá una complicidad y un vínculo muy especial entre padre e hijo, entre maestro y aprendiz.
Este manual proporciona un método de enseñanza ordenado que te facilitará la tarea de enseñar a jugar al ajedrez, ofreciéndote soluciones a las dificultades más comunes que encontrarás y proporcionándote multitud de ejemplos didácticos, no tanto para convertir al niño en un gran jugador, sino en un buen pensador. Y contiene muchas observaciones didácticas que se pueden extrapolar a otros ámbitos, fuera del tablero.