ALBERTO BRICEÑO
Narrador, poeta, periodista. Escritor peruano considerado, junto con los poetas José María Eguren y César Vallejo, uno de los forjadores de la literatura peruana contemporánea. Sobresalió en casi todos los géneros literarios que intentó y a los que se dedicó con ahínco. Pocas veces en el Perú un escritor ha merecido como él el calificativo de integral. Ello se debe, fundamentalmente, a la enorme coherencia estética e ideológica que gobierna la totalidad de su obra como narrador, poeta y periodista. Fue el hombre más original y complejo; más raro y sencillo; más paradojal e inteligente, de cuantos hayan pisado el suelo peruano. Uno de los espíritus más intensos del movimiento literario del Perú. Hizo arte de la palabra. Su pluma ataca, exalta, defiende, llora, canta, ruge, vibra. Escribió cuentos de tanta belleza como El caballero Carmelo y El vuelo de los cóndores, novelas tan raras y originales como La ciudad de los tísicos, profundos poemas, crónicas tan originales, sutiles y personalísimas que pusieron de moda literaria su seudónimo El Conde de Lemos, creó leyendas incaicas fantásticas y áureas; publicó críticas de arte que tuvieron el prestigio de alborotar la intelectualidad limeña; originó duelos y polémicas; se batió en desafío; fue político; representó al Perú en Italia como diplomático; fue dibujante notable; caricaturista; conversador amenísimo; un sentimental impenitente; un amoroso, un exquisito; un sensible. Fue, como él dijo, una paradoja con anteojos encintados y cuello Colónida. Como polemista y como amigo íntimo fue un buen muchacho en quien anidaron los más puros y nobles sentimientos.