UMBERTO JARA
Aparecieron repentinamente como una alternativa a los políticos tradicionales. Dijeron ser independientes. Recibieron el nombre de outsiders: los ajenos a la política. Parecía una virtud. Resultaron ser aventureros en busca de fortuna. ¿Cuándo empezó el fenómeno? ¿Por qué ocurrió? ¿Quién fue su iniciador?
Todo comenzó en 1989, con la súbita elección de un locutor de radio y animador de televisión. Después llegaron administradores de pollerías, choferes de transporte público, vendedores de boletos, negociantes de tragamonedas, catedráticos sin título y hasta un exsacerdote. También aparecieron quienes exhibieron rotundos diplomas de abogados, ingenieros, economistas o arquitectos, pero, en lugar de sus especialidades, ejercieron con afán los repertorios de lo ilegal.