FOGWILL
Con una prosa de extraña pureza, como de fábula, los textos breves van describiendo las costumbres de una civilización casi extinta: la belleza siempre está condenada. [?] No todos los hombres son aptos para dar a las cosas los nombres adecuados, pero Fogwill sí, porque la pasión hace más aguda y severa la mirada.