Diego Saavedra Fajardo, en su Idea de un príncipe político cristiano (1640), resumía las preocupaciones de una época signada por el sostenimiento de un proyecto de expansión política, económica y militar sin precedentes. Es por ello que hemos tomado, del mote de uno de sus emblemas, la expresión: Non solum armis (Empresa 4) que a su vez proviene de las Institutiones de Justiniano: Imperatoriam maiestatem non solum armis decoratam para proponer una mirada sobre los diversos rostros que podía tomar el ejercicio del poder en el mundo novohispano.