VANESSA ROEDER
La tortuga Terrance nace sin caparazón y sus papás deciden que una caja de cartón servirá para reemplazarlo. Es algo un poco raro, pero ni a sus papás ni a él parece importarles Hasta que otras tortugas se ríen del pobre Terrance. Angustiado, buscará y buscará, se probará un caparazón y otro y otro Sin llegar a encontrar uno con el que se sienta cómodo. ¿Y si resulta que su primer caparazón-caja ya estaba bien? ¿Y si lo importante no fuese el caparazón, sino la tortuga que hay en él?