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Reseña 'Sato San: el maestro de los corsés'
Valoración: 5/5 ⭐

Páginas: 268
Editorial: Estruendomudo

Opinión personal:
Conocemos mucho más a profundidad a un Japón donde también reina la crueldad, secretos y el erotismo. El autor nos va contando en tercera persona la infancia, adolescencia y adultez de Shiro.

Nos va revelando muchos secretos y eso fue lo que me mantuvo enganchada y sorprendida. Tiene esos momentos donde me encontraba con unas frases muy reflexivas de la vida, lo amé. Tuvo maestros que le fueron enseñando el significado del arte de la costura y de la vida y eso fue muy enriquecedor a lo largo de su vida.

Shiro tuvo que atravesar momentos duros y empaticé muchísimo con él, una parte del libro fue tan desgarrador que me tocó hondo. La manera en que el erotismo fue plasmado fue muy bien cuidado, quedé fascinada.

El autor cuida de manera tan preciosa cada línea que va escribiendo, su narrativa es exquisita y te envuelve en un sinfín de emociones.

¿Lo recomiendo? Obviamente, sí. Denle una oportunidad que es una joyita de libro. ¡No se van a arrepentir! 

Si Atahualpa cruzaba el Atlántico, y de alguna forma (con el beneficio del dios Inti), derrotaba a los españoles en su casa, podemos decir sin temor a equivocarnos que nuestra vida habría cambiado completamente.

Pero vayamos por partes.

Los incas fueron vencidos por los conquistadores por haber sido superados en tecnologías bélicas y por su falta de anticuerpos frente a nuevas enfermedades. A ello se suma el descontento de chancas, wankas, chimús y más pueblos por la gestión violenta y poco cordial del imperio. Que no todo era un lecho de rosas y que claramente, como cualquier imperio, algunos robaban, algunos mentían y algunos, eran ociosos.

Supongamos pues, que, por un extraño suceso, los habitantes de América se hubieran hecho inmunes a las enfermedades europeas, como la viruela. Imaginemos que una extraña tribu de vikingos pierde el rumbo, y el buen Thor los hace desembarcar en las costas de Colombia, y de ahí se expanden por todo el continente. El rojizo de sus barbas seguramente habría contrastado con la tostada piel de los prehispánicos americanos, pero en tanto se pudiera imaginar que Thor e Inti eran el sol, podemos augurar una amistad duradera.

Y supongamos, también, que aquellos vikingos (o chinos, por qué no), trajeran consigo armas y caballos. Eso habría sido una ventaja tecnológica para todos los pueblos de los andes, puesto que les permitía revolucionar sus caminos con la velocidad de los equinos, sustituyendo quizás a los chasquis para los caminos más largos del Qapac Ñan, y en otros casos, subyugando fácilmente a rebeldes con la pólvora.

Es cierto que el imperio de León y Castilla habría continuado evolucionando, por lo que no podemos descartar del todo que Cristóbal Colón no iniciara su gesta. Solo que, esta vez, no habría encontrado a una América vulnerable a sus estornudos, sino que la expansión del imperio habría hecho la posterior llegada de Pizarro inviable. Quizás, incluso, Colón no habría retornado nunca a España, y no celebraríamos el Día del descubrimiento de América, sino un Día de muerte al explorador.

Y en esa línea de ideas, supongamos también, que Atahualpa cruzaba el mar y conquistaba Europa.

Pensemos entonces que el Inca, el Sapa Inca, no sería solo máximo emperador de América del Sur, sino también de España, Francia, Portugal, Hungría, y todos aquellos territorios hasta antes de chocar con la fría Siberia y la inconquistable China. Es cierto que en el camino Atahualpa habría necesitado muchos aliados. Adivinemos, por ejemplo, a una princesa cubana que hubiera sido su traductora en sus caminos por Madrid, y que antiguos militares europeos ansiosos de acabar con la expansión de los reyes católicos le brindaran a sus mejores hombres con la esperanza de un título o tierras.

Con todo lo que Inca habría requerido, Europa se habría convertido en el Quinto Cuarto.

¿Cómo habría cambiado nuestra vida si fuera el Incanato el conquistador?

Seguramente ahora este propio ensayo no sería uno ficticio, sino uno muy aburrido pues retrataría eventos históricos ampliamente reconocidos.

Seguramente, las cadenas de librerías albergarían miles de millones de libros en runa simi, y los autores habrían acogido a Cusco (y no París), como el nuevo centro cultural del mundo.

Quizás, la iglesia católica habría colapsado, y el culto al sol habría superado en creces al culto del Dios clavado (como decía el Inca). La catedral de Lima no habría tenido monseñores ni sacerdotes, sino acllas y curacas.

El arte también habría tenido un rubro diferente. Los óleos de Caravaggio y Da Vinci habrían centrado menos su enfoque en damas de la élite europea, y habrían inmortalizado (acaso con otra técnica del claroscuro), la entrada del Inca a Madrid, o la celebración del Inti Raymi en Bologna.

Con el tiempo, Galileo habría sido condecorado con la máxima orden (del Sol, claramente), al proponer que el sol se encontraba al centro del universo. No habría habido pues una investigación y un encarcelamiento contra él.

Y finalmente, nuestras vidas serían diferentes. Nuestros nombres, acaso ahora quechuas, nos darían otro sonido. Quizás, ser parte de un imperio donde nunca se pone el sol, nos habría dado otra sensación al andar en esta tierra. Es que no terminaríamos de imaginar a un estadounidense decir, “Mi pasaporte no tiene poder, quisiera haber nacido en el Incanato”.

Pensar en el gran impacto que tendría en la vida de todo el planeta un cambio en la historia nos permite ver el gran poder que tiene el pasado en nuestras vidas. Por lo pronto, podemos soñar con un mejor país. Finalmente, así lo quisieron el Dios Clavado, Thor e Inti. 

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La ciencia y el romance suelen ser percibidos como dos cosas totalmente alejadas para muchos, pero no para Ali Hazelwood. Una profesora italiana de neurociencias, quien decidió escribir un fanfic de Rey y Kylo Ren, personajes de la franquicia de Star Wars, como si estos personajes fueran científicos. Este fanfic fue publicado como un libro en el año 2021 bajo el nombre de The Love Hypothesis (La Hipótesis del amor), teniendo como nuevos protagonistas a Olive y Adam. La publicación del libro debut de Hazelwood fue un éxito en ventas y uno de los libros favoritos de “Booktok” y “Bookstagram”. La autora hace énfasis en la presencia de las mujeres en las áreas STEM, término que hace referencia a Science, Technology, Engineering and Mathematics (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). La popularidad de sus libros radica en la poca cantidad de estos que abarcan ambos temas, romance y ciencia, de la forma en la que Hazelwood lo hace.

Aparte de crear historias en la que los protagonistas están involucrados en diferentes campos de la ciencia y tienen situaciones cómicas y románticas, Hazelwood logra darle un rol más destacado y memorable a las protagonistas femeninas de sus historias, puesto a que ellas son las encargadas de mostrar al lector la crítica social de cada libro. En cada uno de estos se puede evidenciar lo que las mujeres tienen que soportar al entrar a un campo de estudio dominado por hombres. En The Love Hypothesis (La Hipótesis del amor), Olive es acosada por un doctor de la especialidad para la que ella estaba realizando su doctorado. En el caso de Love On The Brain (La química del amor), segundo libro de Hazelwood, Bee crea un perfil de Twitter en el cual ayuda a más mujeres que tienen trabajos relacionados a la ciencia y se ven afectadas por los estereotipos machistas que algunos hombres imponen sobre ellas.

Estas críticas sociales presentes en los libros lograron captar la atención de miles de lectores, en especial de mujeres, ya que, si bien estos temas son conocidos por algunos, no existían muchos espacios en los que se pueda dialogar de estos. Los libros de Hazelwood logran crearlos; los lectores pueden conocer la perspectiva de las protagonistas femeninas pertenecientes a las áreas STEM, creadas por una mujer perteneciente a este campo, sobre problemas reales que ocurren en carreras con mayor presencia masculina y al mismo tiempo este tipo de espacios ayuda a dar visibilidad a estas problemáticas para lograr un ambiente más justo para las mujeres en la ciencia.

Sin duda Hazelwood supo cómo incluir estas críticas sociales tan fuertes e importantes en sus libros mediante un equilibrio perfecto entre ciencia y romance, además de traer una propuesta novedosa en cuanto a los libros de romance contemporáneo. Sin duda sus seguidores están esperando por saber qué nueva historia contará en su próximo libro: Love, Theorethically.

 

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